Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.
Antecedente:
CRÓNICA MEXICANA
(C) Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro
Comentario
Capítulo 73
Trata en este capítulo como el rrey Ahuitzotl y Çihuacoatl biaron a los pueblos de Teloloapan a ber y tantear y tender dellos estar soalçados y no querer rreconosçer a rrey nenguno, y como hizieron gente para ellosAcabadas las fiestas de la coronaçión de Ahuitzotl, rrey de Mexico, dixo un día Çihuacoatl a Ahuitzotl: "Señor, ya sabéis y tendéis que los que adornan y rresplandeçen esta gran çiudad es los ofiçiales de obras mecanicas, como son plateros, canteros, albañís, pescadores, petateros, loçeros, plateros y lapidarios, cortadores de las piedras finas, y en espeçial los tratantes, harrieros y mercaderes, y éstos estimó muy mucho mi buen hermano Monteçuma Ylhuicamina, rrey fue de Mexico, que para beer los Pueblos y beer y tender de la calidad y trato de gentes, primero los ynbiaua a sus tratos y grangerías. Agora, señor, están muy çerrados los pueblos de Teloloapan. Será bien que biemos a beer qué hazen, como no quisieron benir a nra fiesta. Están muy sobre sí, que no rreconosçen a señor nenguno". Oydo, Ahuitzotl dixo: "Sea mucho de norabuena. biemos a personas pláticas y tendidas a ello". Y así, fueron quatro prençipales y ocho yndios con ellos a manera de mercaderes. Y llegando [98v] a los términos y pueblo de Teticpac, salieron a ellos los de Teticpac, dixéronles: "Señores, ¿a dónde bais? ¿Quién soys bosotros?" Rrespondieron los mexicanos: "Somos tratantes. Bamos a Teloloapan". Dixeron los de Teticpac: "Pues, señores, bolueos, que están çerrados, que no quieren tener por bezinos a nadie ni beer ni rreconosçer señor nenguno". Dixeron los mexicanos: "Todabía queremos beer si podemos trar"; y así, fueron. Y el camino grande y ancho que solía ser lo çerraron con hoyancos, maderos gruesos atrauesados, mucho magué seco y espinos, que no hallauan adónde ni por dónde trar. Y con esto, se boluieron los mexicanos a Mexico y cuéntanles a Ahuitzotl y a Çihuacoatl lo que pasaua. Dixo Çihuacoatl: "Daxaldos por agora. Quiçás boluerán sobre sí y rreconosçerám lo que abían profesado quando la guerra de Toluca. Bamos agora a hazer merçedes a estos tratantes que están en esta çiudad y ofiçiales, pues, como bemos, por momentos los emos menester". Y ansí, llamaron a Petlacalcatl (mayordomo) trujesen él y todos sus conpañeros, demás mayordomos, truxesen toda la rropa rrestante que abía quedado y, traídolo todo ante ellos, llamó a Cuauhnochtli y a Tlilancalqui e les dixo: "Tomad todas esas rropas y tre todos esos ofiçiales que ante nosotros an benido a nro llamamiento, que uno ni nenguno quede y, acabados de dar, hazeldes largo y solenne parlamento y graçias de nra parte, conforme al tendimiento, y abilidad ura". Y hecho esto, quedando toda la çiudad muy contentos, dándoles graçias a los señores y rrey Ahuitzotl y a Çihuacoatl.Acabado esto, habla Çihuacoatl al rrey Ahuitzotl sobre se dé abiso a los dos rreyes y a todos los comarcanos uezinos, bengan a oyr lo que será de esta guerra contra los rrebeldes de Teloloapan. Y así, fueron quatro prençipales mexicanos a ser baxadores a todas partes y a los demás lexos pueblos fueron otros seis Prençipales a estos llamamientos. Llegados a Tezcuco ante el rrey Neçahualpilli, oyda la baxada, rrespondió fuese mucho de norabuena, que llamaría y aperçibiría a toda su gentes con toda la breuedad posible. Lo propio dixo el rrey de tepanecas, Totoquihuaztli. Bueltos los mensajeros a Ahuitzotl y a Çihuacoatl, esplicadas las enbaxadas lleuaron del aperçibimiento y presteza, llegaron los demás prençipales fueron con estas baxadas de Culhuacan, Cuitlahuac, Mizquic, Chalco y los chicnauhtecas, Yztapalapam, Mexicaçingo, Huitzilopochco, Cuernabaca, Guaxtepec, Yauhtepec y Acapichtlan y los de los pueblos abaxo llaman Coayxtlahuacan y todos los otros hasta Tulançingo, Meztitlan y los de las sierras de Toluca, Malinalco y montes de Xiquipilco. Bueltos, dizen con la breuedad y presteza serán en un campo ayuntados por los caminos de Malinalco, aguardando el exérçito, mexicano. Con las cuales rrespuestas fueron estos rreyes Ahuitzotl y Çihuacoatl contentos, e dixo Ahuitzotl a un capitán mexicano que començasen a marchar el campo de los estranjeros e que les aguardasen la parte llaman Nochtepec, e a los mexicanos les mandaron que ninguno saliese de la çiudad si no fuese muy bien adereçado y cumplido de armas, espadarte fuerte de pedernal o nabanja y rro [99r] rrodela, cota de ychcahuipill, caxco de ychcahuipilli, porra buena colgada la çinta, dos pares de cotaras. Luego otro día al alua, se leuantan los llaman achcacauhtin, mayorales y maestros, hazen juntar como escuelas en cada un barrio llaman telpochcalli, y esaminados todos los mançebos escoxidos y muchos mançebos que no abían ydo, de uer tan luzido campo armados según aquellos tiempos usança, y ban con los otros y les lleuauan el matalotaxe y armas por beer la manera de la batalla, para ellos en otra ocasión estar terado del ánimo, coraxe, destreza, ardides, sotilezas en el arte militar. E luego otro día, de gran mañana, començó a marchar el campo mexicano y llegados a Teticpac, en Nuchtepec, sosegaron allí aguardando a todos los demás gentes benían. Llegados todos los pueblos y capitanes a Teticpac, llegó a la postre Monteçuma o su sobrino su lugar, Ahuitzotl, con todos los prençipales mexicanos capitanes y cuachic y otomi, tequihuaques conquistadores. Llegado Ahuitzotl a Teticpac, dixo al capitán Cuauhnochtli: "Dezildes a los dos rreyes Neçahualpilli y Totoquihuaztli que a ellos les caue de linpiar y hazer camino de aquí a donde bamos". Rrespondieron los dos capitanes, dixeron los dos rreyes no binieron por ser biexos, sino sus capitanes y gentes. Dixo Ahuitzotl: "Pues a esos sus generales se les notificad luego lo pongan por obra". Luego que en prezençia del rrey Ahuitzotl binieron los prençipales de Aculhuacan y su general y los de tepanecas, les començó a rreñir y amenazar que no abía de ser ya audiençia ni cabildo la cabeçera de Tezcuco ni Tacuba, que los daría por presos sus casas y pueblos e que no abían de ser señores ni rreuerençiados e les quitaría sus rregalos les dauan de rrosas y perfumaderos. Y con esto, le dieron los de Aculhuacan y Tacuba muchas graçias, rrogándole perdonase a los dos rreyes. Y mandó luego Ahuitzotl a Tlacochcalcatl que dixese al general de Aculhuacan y Tacuba que mandase escoxer la gente que conbenía para fuesen a ber y tantear las tradas, salidas y por dónde les ofenderían a los enemigos. Oydo esto, fueron escoxidos dozientos honbres con sendos capitanes armados y a medianoche partieron con la luna, traron por los montes, e díxoles el general mexicano: "Bais a sólo a beer a Teloloapan". Dixeron los soldados de Tezcuco: "Tanbién sabemos los sujetos çercanos a él, son Oztoman y Alahuiztlan, y estos son pueblos muy grandes y de mucha gente cada uno de ellos". Tornaron a rreplicar los otros que adelante fueron bieron, con el de Teloloapan, tres pueblos muy grandes con un solo camino ancho en cada uno de ellos. E con este abiso mandó aperçibir Ahuitzotl a todos los capitanes de todos los pueblos, luego fuesen amanesçer las cazerías de Teloloapan, que estubiesen a punto. Y ansí, como fue después de medianoche, tocando la bozina de caracol o concha tecçiztli, luego llamaron al arma, començaron de caminar a la sorda por los caminos y sendas que abían hecho y labrado. Llegados, estando ya çerca, después de les aber hecho largos parlamentos quitándoles todo temor, poniéndoles delante la bitoria, dexante trauajos, hanbres, nesçesidad que sus casas pasan y poniéndoles delante la gran ganançia [99v] que les rredundaría con la bitoria y de ser tenidos y alcançar del rrey tributos, sentarse en el palaçio con los grandes. Y así, luego començáronlos a poner los más esforçados y balientes moços y tremeter tre tres o quatro nuebos soldados un cuachic, un otomi, porque si cayese el nouel en manos de algún enemigo baliente, tomase la enpresa el tal cuachic, otomi teuctli. Y puestos en orden, armado el rrey Ahuitzotl, tomó su debisa berde con plumería y sima de la diuisa su señal y arma, un atanborçillo dorado, mandó al campo de Aculhuacan tomase el un camino algo apartado y otro el de Tlalhuacapan Totoquihuaztli, "y los mexicanos tengo de lleuar con delantera y comigo, segundos, los de Chalca y luego tras dellos otros ya dhos, los de las tierras de Coayxtlahuacan y montañeses tuluqueños, todos por su orden, unos en pos de otros, muy bien ordenados y tretexidos los fuertes soldados, de cada un pueblo su orden".